Dicen que cuando te caes de un caballo debes volver a montarlo de inmediato, para evitar el "trauma". Bueno este es un caso en Geocaching.
Luego del fracaso anterior decidimos ir por el Camino a Santa Juana en busca de este Cache: La Torre. Al llegar al Km 10 de la ruta, nos encontramos que estaban realizando trabajos y en el acceso había un cuidador motorizado.
Apelando a nuestro carisma, le explicamos que queríamos ir al lugar del cache. Grande fue nuestra sorpresa cuando nos contó que antes de ser guardia motorizado para la forestal, fue por más de 5 años unos de los cuidadores que "habitaban" esa torre. Don Luis lleva trabajando más de 15 años en este bosque y nos dio indicaciones muy claras de cómo llegar, agradecidos continuamos el camino en vehículo.
En el camino fuimos testigos del sistema de explotación de bosques con maquinaria, que literalmente arranca los arboles, destruyendo cualquier ecosistema que habite el lugar.
Existe maquinaria que arranca los arboles, otra que los lanza por piolas de acero a un lugar de acopio, otra máquina lo corta y otra acomoda en pilas los troncos ya trozados. Es una escena impactante a pesar de saber que son bosques para explotación (Pinos).
Existe maquinaria que arranca los arboles, otra que los lanza por piolas de acero a un lugar de acopio, otra máquina lo corta y otra acomoda en pilas los troncos ya trozados. Es una escena impactante a pesar de saber que son bosques para explotación (Pinos).
Temíamos que al llegar no existiera el lugar, pues faltando unos cientos de metros se veía que habían explotado recientemente esa zona. Llegamos a las coordenadas y vimos cuatro torres de comunicaciones y perdida entre ellas la Torre, abandonada y oxidada.
Buscamos alrededor y encontramos la entrada a un lugar mágico como perdido en el tiempo.
El bosque nativo aun estaba ahí, es un parque protegido de 8 estaciones que muestro como fue alguna vez esta zona del planeta.
Para un citadino como yo fue una experiencia asombrosa imaginar que en algún momento de la historia todo era como el lugar que estaba frente a mis ojos.
Recomiendo este lugar, visítenlo y hagan las ocho estaciones en simplemente una experiencia casi mística, arboles nativos, líquenes, hongos, enredaderas, arbustos y copihues son parte de la flora del lugar.
Se sienten pájaros a ras de piso, le escucha el grito típico de los zorros chilenos, vimos un monito del monte un tipo de marsupial que habita los arboles y una cantidad de insectos que no supe identificar.
El cache se transformo en un verdadero tesoro, custodiado por este bosque nativo de ensueño.
Con toda religiosidad realizamos el rito y constatamos que el cache se encuentra en perfecto estado.
Retiramos y dejamos TB. y dejamos cosas interesantes para el próximo aventurero que explore esta maravillosa zona.
El bosque nativo aun estaba ahí, es un parque protegido de 8 estaciones que muestro como fue alguna vez esta zona del planeta.
Recomiendo este lugar, visítenlo y hagan las ocho estaciones en simplemente una experiencia casi mística, arboles nativos, líquenes, hongos, enredaderas, arbustos y copihues son parte de la flora del lugar.
Se sienten pájaros a ras de piso, le escucha el grito típico de los zorros chilenos, vimos un monito del monte un tipo de marsupial que habita los arboles y una cantidad de insectos que no supe identificar.
El cache se transformo en un verdadero tesoro, custodiado por este bosque nativo de ensueño.
Retiramos y dejamos TB. y dejamos cosas interesantes para el próximo aventurero que explore esta maravillosa zona.
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